martes, 31 de diciembre de 2019

La explosiva historia de Hedy Lamarr


Título Fidias Categoría: Arte 

Descripción: 

Fidias y Pericles fueron, en palabras del catedrático de Historia del Arte Miguel Ángel Elvira Barba, “dos caras de una misma moneda”. En esta tercera y última conferencia del ciclo dedicado a Fidias y la Atenas de Pericles, se analiza la trayectoria de Fidias, uno de los grandes escultores de la Grecia clásica quien logró –con sus obras en bronce para la Acrópolis, y sobre todo con la dirección de las obras del Partenón, para el que diseñó muchos de sus relieves decorativos– plasmar la visión de Atenas que Pericles quería enseñar al mundo.

Pero su estrecha relación con Pericles también le valió la enemistad de sus contrincantes políticos y tuvo que abandonar Atenas, llegando a Olimpia, donde realizaría un Zeus colosal, una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Primera conferencia del ciclo "Fidias y la Atenas de Pericles"

  

Pericles y Fidias

Tras la devastación de Atenas tras las guerras médicas, Pericles reconstruyó la ciudad y junto al artista Fidias levantó la Acrópolis en honor a Atenea

En el curso de las guerras médicas entre griegos y persas, Atenas quedó reducida a un montón de escombros el año 479 antes de nuestra era. Se inició de inmediato su reconstrucción, al principio de manera precaria reutilizando los cascotes, pero pocos años después, con el avance victorioso de las tropas griegas, Atenas se convirtió en la capital de una gran potencia militar y económica. Para gobernar la ciudad-estado, el año 460 fue elegido Pericles, joven y habilidoso político que llevaría a cabo la primera experiencia democrática de Occidente.

Con los grandes recursos que la expansión del imperio marítimo hizo afluir a la «polis», Pericles se propuso embellecer la ciudad y convertirla en cabeza y faro del mundo griego. Aunque el democratismo de Pericles depositaba en la Asamblea del Pueblo todas las decisiones relativas a los trabajos públicos, la Acrópolis de Atenas fue una obra totalmente personal de Pericles y del artista Fidias, quien ejercía como una especie de Ministro de Cultura y de director general de obras. La sintonía entre estos dos personajes se tradujo en un conjunto sublime donde la armonía es casi total y nada escapa a un plan estético que parece perfectamente diseñado.

«Nos gusta la belleza sencilla», declaró Pericles y, en efecto, tal es la sensación que transmite ese vasto santuario en honor de la patrona de la ciudad, la diosa Atenea, y de otros dioses del panteón griego. Desde los Propileos, monumental vestíbulo, se accedía al Partenón, que en su momento estaba riquísimamente decorado con frontones, metopas, friso y esculturas, todo él de mármol, culminando con la gran Atena Pártenos esculpida por Fidias en oro y marfil, de 15 metros de altura.

Copia del escudo de Atenea Pártenos donde figura el supuesto autorretrato de Fidias. Moscú, Museo Pushkin 

Más tarde, Pericles mandó construir un pequeño templo dedicado a Atenea Niké, Atenea la Victoriosa, que se encargó a Calícrates, y otro edificio donde se agrupasen los más venerables recuerdos de la primitiva Atenas: altares, imágenes, un olivo sagrado... De esta idea surgió el Eructación, al final de la Acrópolis, con su emblemática tribuna de seis cariátides (en la foto), el cual Pericles no llegó a ver terminado puesto que murió el año 429.

Por último, al pie de esa ciudad elevada (tal es el significado de la palabra «acrópolis»), en su ladera oriental, se encuentran los restos del Teatro de Dionisos, el más antiguo de Europa, con capacidad para más de 15.000 personas, donde se representaban las obras de los grandes de la tragedia antigua como Esquilo, Sófocles y Eurípides, y del no menos grande comediógrafo Aristófanes.

La Acrópolis de Atenas fue declarada Patrimonio Mundial en 1987.

Fuente del texto: diariovasco - academiaplay.es/documental

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