La masacre de la carretera Málaga-Almería, conocida popularmente como la Desbanda, fue un ataque a civiles ocurrido durante la Guerra Civil Española, el 8 de febrero de 1937, tras la entrada en Málaga de las tropas franquistas. Una multitud de refugiados que abarrotaban la carretera huyendo hacia Almería (ciudad bajo control del Ejército Popular Republicano) fue atacada por mar y aire causando la muerte a entre 3000 y 5000 civiles.
En la actualidad, a la carretera Málaga-Almería se la denomina N-340, denominación dada por el gobierno franquista en 1941 al eje viario Cádiz-Barcelona del que esta carretera forma parte.
Durante la II República, Málaga se había caracterizado por la fuerza del movimiento obrero, en especial de la CNT y del Partido Comunista de España, que en las elecciones de febrero de 1936 había conseguido el primer diputado de su historia por esta provincia: Cayetano Bolívar. Durante estos años se produjeron varios hechos violentos debidos a la polarización social, entre los que destaca la quema de conventos y la constante violencia política.
Tras el levantamiento militar del 18 de julio de 1936 contra la República, la ciudad de Málaga y gran parte de su provincia quedaron bajo control republicano debido a la acción de las milicias obreras que consiguieron sofocar el golpe. Durante los primeros meses de guerra, Málaga estuvo prácticamente aislada del resto del territorio de la República ya que la única vía terrestre que la enlazaba y que no estaba en poder de los sublevados era la carretera de Almería, la cual era vulnerable al bombardeo marítimo y dificultaba el envío de soldados y provisiones a la provincia. De hecho esta carretera se encontraba cortada a principios de 1937 por unas inundaciones acaecidas en Motril. Por ello las autoridades de Málaga actuaron en muchas ocasiones al margen de las decisiones del gobierno republicano.
Durante los primeros meses de la guerra, las milicias obreras habían cometido importantes desmanes como la destrucción del barrio de La Caleta, poblado por elementos de la burguesía malagueña.
El 17 de enero de 1937 el general Queipo de Llano lanzó una primera ofensiva sobre la provincia de Málaga, ocupando Marbella por el oeste y, desde Granada, tomaron Alhama y los territorios cercanos. En estos dos ataques simultáneos apenas hubo resistencia por parte de los republicanos y provocaron un primer éxodo de civiles hacia la capital malagueña. Sin embargo, las autoridades republicanas no creyeron que estos movimientos iniciaran una campaña general en el sur y no fueron enviados refuerzos.
En el norte de la provincia, los camisas negras italianos reunieron a nueve batallones, es decir, unos 10.000 hombres. Por su parte, la República contaba en Málaga con 12.000 milicianos, pero tan solo 8.000 fusiles y pocas municiones y artillería.
El 3 de febrero comenzó el ataque definitivo contra Málaga desde Ronda, encontrando los franquistas una fuerte resistencia. En Málaga cundió el pánico entre los defensores y los civiles por el miedo a quedar aislados. El 6 de febrero los italianos tomaron las cumbres de Ventas de Zafarraya, desde donde dominaban cualquier posible retirada por la carretera de Almería. Ese mismo día se ordenaba la evacuación de Málaga y, al día siguiente, las tropas italianas entraban en los suburbios. El día 8 toda la capital estaba en poder del Ejército sublevado.
Fuente del texto: ivoox.com/carretera-muerte-malaga
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