Cástulo
Cástulo fue una importante ciudad íbera, capital de la región de Oretania. Las ruinas de lo que fue aquel asentamiento se encuentran a apenas 5 km. de Linares. Para llegar deberemos seguir la JA-4102 dirección Torreblascopedro y estar atentos a un desvío a la izquierda que se encuentra debidamente indicado.
La ciudad de Cástulo cuenta con una trayectoria histórica de más de 4.000 años, una historia en la que ha quedado reflejada la presencia y las influencias de las culturas del Mediterráneo, que han dejado su huella en el sitio y su territorio. Cástulo nos ofrece una herencia patrimonial que poco a poco recuperamos gracias a las investigaciones arqueológicas, un legado que debemos conocer y proteger.
Esta ciudad fue un importante nudo de comunicación de las vías antiguas, y hasta Cástulo era navegable el antiguo Betis. A lo largo de su historia, tuvo el control del cobre, la plata y el plomo de Sierra Morena. El oppidum (o ciudad fortificada) de Cástulo, primero, fue el más importante núcleo de población de la Oretania ibérica y, más tarde, se constituyó como municipio romano, llegando a ser sede episcopal en época bajo-imperial.
Los autores clásicos otorgaron un especial reconocimiento a Cástulo, debido en particular a su protagonismo en el transcurso de la II Guerra Púnica —un episodio crucial en la historia de la ciudad—. Habiendo destacado, en un primer momento, Cástulo por su fidelidad a Cartago, acabó suscribiendo una alianza con Roma. Esta circunstancia le va a permitir mantener una excepcional autonomía política, como manifiesta en esa coyuntura su capacidad para acuñar moneda (donde la comunidad indígena plasma sus propios símbolos y escritura).
Pese al expolio sufrido en la zona a raíz de su abandono, las intervenciones arqueológicas y los diversos hallazgos evidencian la importancia del yacimiento y muestran una gran riqueza cultural e histórica. El yacimiento arqueológico actual no solo destaca por su alto interés histórico y arqueológico, sino que igualmente cuenta con recursos paisajísticos y medioambientales que lo dotan de una singularidad especial.
Martillo minero (2000-1.500 a.C.) |
Los estudios arqueológicos realizados en el entorno de Cástulo y sobre las terrazas del río Guadalimar permiten conocer la presencia de homínidos pertenecientes a sociedades nómadas (Homo neanderthalensis) en etapas del Paleolítico Medio (180.000 a.C. – 40.000 a.C.).
El origen de la ciudad de Cástulo podría fecharse en el Neolítico (5.000 a.C. – 2.000 a.C.), un periodo que se caracteriza por el desarrollo de la agricultura, la ganadería y por avances tecnológicos como el uso de la piedra pulida o la cerámica. Esto favorece la aparición de los primeros asentamientos estables sobre la meseta. En la Edad de Bronce Medio, Cástulo es un importante núcleo de población vinculado con las explotaciones mineras de Sierra Morena, gracias a lo que se consolidó como una de las ciudades más ricas y extensas de la Península Ibérica.
Volver arriba
Esfinge del túmulo de los Higuerones (s. VII a.C.) |
En la etapa del Bronce Final, Cástulo se convirtió en receptor primario de los intereses mineros griegos y fenicios en el Alto Guadalquivir, así como en un centro avanzado en la periferia de la cultura tartésica.
La llegada de griegos y fenicios dio paso a una nueva etapa determinada por la influencia de éstos sobre la cultura autóctona. Este período queda patente principalmente por los restos que se han hallado en la ladera sureste de la meseta, junto al río Guadalimar.
Allí se encuentra el poblado de la Muela, fechado en torno al siglo VIII a.C., zona en la que se conservan restos de un templo o palacio aristocrático fenicio que evidencia la complejidad social del momento y sus relaciones comerciales con el ámbito Mediterráneo.
En este momento la ciudad comenzó a destacar por ser un importante núcleo de población relacionado con actividades ganaderas, agrícolas y mineras, explotaciones que marcaron la evolución e importancia de la ciudad.
Volver arriba
Crátera griega de la necrópolis ibérica de
Puerta Norte (s. IV a.C.)
|
Diodoro y Apiano nos hacen ver una sociedad organizada en torno a una monarquía, liderada por diferentes reyezuelos. En estos momentos el oppidum de Cástulo se convirtió en la ciudad más extensa de la Península Ibérica, hasta el punto de acuñar su propia moneda, usando la esfinge como su símbolo.
Son relevantes los acontecimientos históricos ocurridos en torno a la ciudad como consecuencia del interés de las civilizaciones del Mediterráneo por dominar una de las regiones más ricas en cuanto a recursos materiales y humanos. En un primer momento, el desarrollo e importancia de esta región, motivó el interés de los cartagineses, que sometieron la ciudad en el año 228 a.C. al mando del general Amílcar Barca. Aníbal, su hijo, se suministró de todo lo necesario para iniciar la Segunda Guerra Púnica y el intento de la conquista de Roma.
La Península fue para los cartagineses la principal base de suministro de hombres, víveres y sobre todo riquezas para organizar la expedición a Italia en la Segunda Guerra Púnica. Cástulo, con sus minas argentíferas, supuso la más importante fuente de ingresos.
Finalmente los romanos se vieron obligados a conquistar esta importante zona de abastecimiento del ejército cartaginés para frenar su avance imparable.
Volver arriba
Denario de plata
El cometa de César (s. I a.C.)
|
En el año 209 a.C. el general romano Publio Cornelio Escipión Africano conquista Carthago Nova e inicia la conquista de la Península dirigiéndose hacia Cástulo, asediándola y conquistándola mediante un pacto con la aristocracia local en el año 206 a.C. Es entonces cuando la ciudad entra en la órbita romana hasta el fin del Imperio.
Tras la conquista de Cástulo por Roma, se concedieron a la ciudad privilegios sociales y políticos, convirtiéndose en ciudad federada (“civitas liberae et inmunes”), exenta parcialmente de pagos de tributos, y manteniendo el control económico sobre los yacimientos metalíferos de Sierra Morena Oriental, sobre los que comenzaron rápidamente los trabajos atrayendo a numerosos publicanos procedentes del sur de Italia para explotar las minas.
Durante la Baja República y el Alto Imperio Cástulo gozó de una prosperidad económica y social conocida a través de los restos de edificios públicos documentados mediante metodología arqueológica en las últimas décadas o de la epigrafía, por la que conocemos la existencia de un teatro, un anfiteatro o grandes y lujosos edificios en su centro monumental.
Con la crisis del imperio romano la ciudad continuó habitada, y los datos arqueológicos recientes confirman la existencia de una comunidad judía asentada en torno a los siglos IV-V d.C. en la zona del centro monumental. En el 313 d.C. Constantino I legalizó el cristianismo y en el 325 d.C con el Primer Concilio de Nicea le otorga la legitimidad en el Imperio que favorecería su expansión. En Cástulo destaca la existencia de uno de los edificios cristianos más antiguos de la Península Ibérica, fechado en el siglo IV d.C. y en el que se encontró la patena de Cristo en Majestad.
Volver arriba
Hebilla de cinturón (s.VII d.C.)
|
Durante esta etapa, cuando Recaredo deja el arrianismo en el año 589 d.C. promulgando como religión oficial el cristianismo, Cástulo aparece representada en los diferentes Concilios por su obispo o un presbítero en representación suya.
Cástulo es sede episcopal y su diócesis tiene su origen en época romana, interrumpiéndose a finales del siglo VII d.C., cuando la silla episcopal se traslada a Baeza, siendo el X Concilio de Toledo el último al que asisten los obispos castulonenses.
En esta etapa la ciudad habría sufrido una drástica reducción de la población y parcialmente se encontraría abandonada. Las evidencias arqueológicas sugieren una concentración de la población en la meseta Noreste de la ciudad, donde se han localizado enterramientos reutilizando estructuras romanas.
Volver arriba
Candil islámico (s. IX-X d.C.) |
Sobre la historia de la ciudad en esta etapa contamos con ciertas referencias históricas, como la de la batalla de Qastuluna en el año 786 d.C. entre las tropas de Abderramán I y Yusuf aI-Fihri, gobernador de la Marca de Toledo que se sublevó contra el emir.
Otra referencia la encontramos posteriormente, con la sublevación de los muladíes en Qastuluna mediante la que Ubay ben Alah ben AI-Shaliya se proclama rey y gobernará aproximadamente durante veinte años, hasta que Abderramán III decide poner fin a la revuelta y AI-Shaliya debe entregar la ciudad al no poder hacer frente con sus reducidas tropas a las del califa.
Entre los siglos XI y XIII la fortificación principal se posiciona en el extremo sur de la antigua ciudad. De este período es el Castillo de Santa Eufemia del que hoy día sólo quedan en pie restos de un torreón construido con tapial a finales del siglo XII. Este castillo, situado en el extremo sur, queda aislado de la meseta principal y contaba con un foso al norte para favorecer la defensa de la zona más vulnerable.
Tras la conquista cristiana, Cástulo continuó ocupada con un pequeño núcleo de población hasta el siglo XIV, antes de ser abandonado definitivamente. A partir de ese momento, el auge de Baeza, Linares o Úbeda supuso el desmantelamiento de Cástulo, sirviendo sus ruinas de cantera para el crecimiento de estas ciudades y otras construcciones de la zona.
Volver arriba
Plano de Cástulo elaborado
por Gregorio López Pinto en 1.656
|
Tras el abandono definitivo del sitio, comienza el interés por sus ruinas. La primera visita a Cástulo por su interés sobre su historia de la que queda constancia fue la del embajador de la República de Venecia, Andrea Navaguero, en 1526, interesado por la arquitectura de las ciudades romanas mencionadas en la literatura clásica.
Durante los reinados de Carlos I y Felipe II se realizan diversos catálogos de Antigüedades, y Cástulo merece la atención de autores como Gregorio López Pinto, que en su “Historia apologética de la muy antiquísima ciudad de Cástulo” describía el yacimiento indicando el fuerte amurallamiento del mismo y localizaba cuatro puertas principales de acceso a la ciudad situadas en los cuatro puntos cardinales.
En este plano representa uno de los últimos edificios construidos en Cástulo, la ermita de Santa Eufemia, dedicada a la adoración de esta santa tras la falsa atribución de su martirio en la ciudad por parte de Jerónimo Román de la Higuera a finales del siglo XVI.
La descripción más exhaustiva del asentamiento la realiza en el siglo XVIII, J. Martínez de Mazas, que pone de relieve la existencia de numerosas ruinas en el entorno de la ciudad amurallada.
En el siglo XIX Cástulo fue objeto de diversas descripciones como las de Pascual Madoz o las de Manuel de Góngora -Inspector de Antigüedades de la Real Academia de la Historia- que visitó el yacimiento e identificó cuatro puertas en el recinto amurallado, al igual que López Pinto, y varias torres de piedras ciclópeas, realizando un detallado plano topográfico en el que nos descubre el estado del yacimiento.
Mosaico de los Amores (s. I d.C.) |
En el año 2011, junto a la creación del Conjunto Arqueológico de Cástulo, comenzó una nueva etapa de las investigaciones mediante el Proyecto Forvm MMX, el germen del Proyecto General de Investigación Cástulo Siglo XXI que se desarrolla en la actualidad y que auna los esfuerzos de diferentes administraciones (Consejería de Cultura y Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía; Universidad de Jaén; Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica; Diputación Provincial; Ayuntamiento de Linares y la Universidad Chapman (EE.UU.)). Este proceso ha dado lugar a la creación de un extenso equipo técnico multidisciplinar, que junto al esfuerzo de la ciudadanía mediante programas de voluntariado, apuesta por la investigación, puesta en valor y protección de nuestro Patrimonio.
Volver arriba
WEB OFICIAL DEL EXMO. AYTO. DE LINARES ÁREA DE TURISMO Iglesia, 5 – 23700 Linares, Jaén Telf.: 953 10 01 83 Email: turismo@aytolinares.es Diseño: esTRESd.com
Fuente del texto: castulolinares
Página de inicio
0 coment�rios:
Publicar un comentario