Por su popularidad en nuestra historia hemos creído adecuado presentaros, en esta ocasión, esta ruta que os desvelará más secretos sobre Serrallonga y con la cual podréis adentraros por los bosques en los que él se movía ágilmente y donde realizaba sus atracos.
La ruta transcurre por los términos municipales de Viladrau, Osor, Anglès, Sant Hilari Sacalm y Santa Coloma de Farners y por su entorno, destacando por su belleza el espacio natural de las Guilleries.
Todos estos municipios forman parte de la comarca de la Selva. A excepción de Viladrau que pertenece a la comarca de Osona.
Alertaros que el recorrido es complicado y es recomendable realizarlo por tramos, algunos de los cuales coinciden con el sendero de Gran Recorrido GR-178.
Pues no hablemos más… dejaros atrapar por estos espacios y poneros en el papel de un verdadero bandolero, Serrallonga!
Los primeros días de Joan Sala
La ruta la iniciaremos en Viladrau ya que es en el término municipal de esta localidad donde se encuentra la casa natal de Joan Sala Ferrer, alias Serrallonga.
Para llegar hasta ésta tenemos que acceder a la pista de tierra que se encuentra cercana a la casa llamada La Barita, en la que podemos apreciar una piedra que nos indica el camino a seguir hasta la casa donde nació Serrallonga el 23 de abril de 1594.
La casa de payés, tal y como nos indica el propio nombre del personaje, es conocido con el nombre de “la Sala” y se encuentra ubicada en un espacio bucólico, rodeada de bosques y cultivos acogida en el valle que posee el mismo nombre.
La familia Sala Ferrer era una de las más importantes y bien estantes de Viladrau pero, poco a poco, cayó en decadencia.
Serrallonga fue el quinto hijo de nueve hermanos, de los cuales cuatro de ellos se dedicaron, también, al bandolerismo, que tuvieron el nyerro Joan Sala y Joana Ferrer.
Apuntar que cuando Serrallonga tan solo tenía 4 años su madre, Joana Ferrer, murió.
El origen del sobrenombre Serrallonga
La ruta la continuamos por Sant Hilari Sacalm ya que cuando Joan Sala fue mayor estuvo trabajando en esta localidad, concretamente, en Can Tarrés y donde conoció quien seria su esposa, Margarida Tallades i Serrallonga.
Así pues, en el año 1618 Joan Sala Ferrer contrajo matrimonio con la hija mayor de la casa Serrallonga de Querós, de la cual se encuentran sus restos a diecisiete kilómetros de Sant Hilari Sacalm.
Podemos visitar la casa cogiendo el camino que se encuentra en la carretera que comunica Querós y Vallclara.
La casa se alzaba sobre la iglesia de Sant Martí de Querós, espacio de culto donde se casó.
Del matrimonio con Margarida obtuvo cinco hijos – Elisabet, Antoni, Mariana, Josep Baltasar y Isidre- y, también, el sobrenombre que lo popularizó, Serrallonga.
A partir de entonces dedicó su tiempo a hacer de payés y comenzó a combinarlo con pequeños robos, a menudo, ayudado por sus hermanos o por otros bandoleros ya que se vivía una crisis general en el campo y muchos catalanes optaron por convertirse en bandoleros.
Aun así, su tranquilidad fue rota en el año 1622 debido a que su vecino, Manel Bofarull, lo delató y tuvo que huir y esconderse.
Algunos de sus escondites fueron las cuevas del valle de Budeny, conocidas, posteriormente, como cuevas de Serrallonga. Éstas se encuentran cercanas a la casa de Serrallonga de Querós.
La vida como bandolero y su cuadrilla
A partir de entonces Serrallonga no tuvo otra alternativa que dedicarse al bandolerismo. Formó una cuadrilla, que contaba con más de 100 hombres y realizaban los robos y atracos con escopetas, pedreñales, pistolas y puñales por la Catalunya Vieja, principalmente por la zona de las Guilleries y el Collsacabra.
Los payeses lo honoraban ya que les ayudaba a proteger sus tierras. Y, también, era querido por los ciudadanos que lo escondían de las autoridades.
Para conocer los bosques y caminos por los que se movía fácilmente Serrallonga seguiremos el camino de Sant Hilari Sacalm a Osor, atravesando las Guilleries.
De hecho, Joan Sala fue, también, nombrado rey de las Guilleries.
Una vez lleguemos a Osor continuaremos la ruta dirección a Anglès, siguiendo el GR-178.
A lo largo de este tramo transcurriremos por encrucijadas donde Serrallonga y su cuadrilla efectuaban los atracos. En este caso, el lugar del Coll de Ruscall.
En el año 1631 se disolvió la cuadrilla y Serrallonga se refugió en los Pirineos.
Los últimos días de Serrallonga
En este último tramo de la ruta Serrallonga nos dirigiremos a Anglès.
Serrallonga, en aquel momento, se encontró sin soportes y vagaba por los Pirineos malviviendo, de tal manera que revivió, intensamente, una nueva historia de amor con una joven de unos 19 años, Joana Massissa.
Con ella cometió nuevos robos y huidas y, compartieron sus vidas todo el tiempo que estuvieron juntos.
Esto se rompió, nuevamente, cuando fue delatado por el heredero de la casa de ca l’Agustí de Santa Coloma de Farners en el octubre de 1633; espacio donde se refugió su querida y donde ambos fueron capturados y él condenado a muerte.
A partir de entonces la vida del bandolero finalizó pero vivió la leyenda para siempre.
Fiestas de Serrallonga
La mayoría de municipios en los que Serrallonga estuvo ligado de algún modo o tuvo alguna relación conmemoran cada año una fiesta dedicada al popular bandolero.
En Sant Hilari Sacalm y en las Guilleries se celebra la fiesta de “Torna en Serrallonga” (vuelve Serrallonga). A lo largo de un fin de semana de finales de septiembre se ubica en el municipio de Sant Hilari un mercado barroco, hay visitas guiadas por el entorno natural del bandolero, se organizan talleres de canciones, etc.
También, en Viladrau, durante el mes de agosto, se organizan distintas actividades lúdicas que giran entorno la figura de la leyenda de Serrallonga y que llevan el nombre “l’estiu bandoler” (el verano bandolero).
El acto más destacable son las nits bandoleres (noches bandoleras), itinerarios nocturnos teatralizados.
Tampoco podemos olvidar las más de 8 collas existentes de baile de Serrallonga que se encuentran extendidas por toda la geografía catalana y que están dedicadas a este bandolero, y recrean la cuadrilla de Serrallonga.
La vida del bandolero Serrallonga también ha sido narrada por diferentes autores como Ricard Dilmé o Xavier roviró, entre otros, y, llevada a la pantalla en formato miniserie en una gran producción de TV3.
En este aspecto también destaca la canción que creó el grupo Esquirols y que decía así:
Del corazón de las Guilleries
saldrá un gran chasquido
que hará ecos de guerra
en las paredes de Tavertet
saldrá un gran chasquido
que hará ecos de guerra
en las paredes de Tavertet
Desde Sau en La Cellera,
desde el Faro al Matagalls,
el trabuco Serrallonga
volverá a escondites.
desde el Faro al Matagalls,
el trabuco Serrallonga
volverá a escondites.
Vuelve, vuelve, Serrallonga,
que encina nos quemarán,
que nos arrancarán las piedras,
que la tierra nos robarán.
que encina nos quemarán,
que nos arrancarán las piedras,
que la tierra nos robarán.
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